Inaugurado en 2020, Katz es obra de David Katz, un ingeniero y piloto de aviones de profesión, quien, desde pequeño, sentía pasión por la gastronomía, dedicándose, ya entonces en su entorno familiar, en Tel Aviv, a la técnica del ahumado. Después de 25 años afincado en España, trabajando como ingeniero, David decide dar el salto a la restauración.
En Katz, el concepto ideado por David transporta a los comensales a otros tiempos y lugares del mundo, que él ha vivido de primera mano, a través de sabores y olores que fusionan las principales cocinas de su vida: la judía mediterránea, la judía centroeuropea, la cocina de la costa este de Estados Unidos y la francesa tradicional, todo con sazón de especias exóticas de Oriente, haciendo hincapié en las carnes ahumadas artesanales, como es el caso del bocadillo de pastrami, uno de los platos estrella del local, cuya fama ya se ha extendido por todo Madrid.
Con esta idea de cocina informal y cosmopolita, al estilo Street food, David Katz abre un pequeño restaurante con oferta de desayunos, comidas, meriendas (tostas saladas, pancakes…) y cenas, al que se han añadido dos obradores propios de pan sin y con gluten con servicio «para llevar» en la misma calle y un puesto (núm.13) en el mercado de San Antón, en Chueca.La propuesta de la panadería está articulada en cuatro bloques: panes, bollería (croissant francés con diferentes rellenos, el cinnamon roll-bollo de canela muy popular en EEUU, o rogalaj-rollo tierno de masa brioche y chocolate, típico de la gastronomía israelí-, entre otros) y repostería, sándwiches, empanadillas árabes y platos preparados, pastas y pizzas. Además, cuenta con un calendario de cursos de panadería sin gluten para todo tipo de público.
En cuanto al restaurante Katz de Madrid, que “bebe” del original templo homónimo del pastrami neoyorquino, de propiedad de la familia Katz, de la que David es miembro, apuesta por productos ecológicos, sencillos, ricos y saludables. La carta se divide en: entrantes para compartir como nachos variados, un delicioso y fresco humus artesano o unas berenjenas asadas que llaman la atención por su magnífico sabor; ensaladas muy saludables y divertidas; dos platos como el shawarma y el mini brunch all day y, sobre todo, los sándwiches, pieza clave de la propuesta de Katz. Decir que llama la atención, además de su calidad, la generosidad de las raciones (a muy buen precio), por lo que recomendamos, si se prefiere, compartir un sándwich entre dos.
En lo referente a las carnes, la oferta es amplia. Desde las carnes ahumadas, suculentas y artesanales, como el clásico Pastrami o el Pastrami de pollo hasta el bacon ahumado (otra genialidad de la casa). También, se prepara el pastrami en formato bocadillo con pan cristal elaborado en casa.
Otros bocadillos como el Philly Cheese Steak, el cubano o el smoked pulled pork llaman la atención por sus sabores deliciosos. Muy original el bocadillo de “meatballs” (albóndigas), que no se suele encontrar en Madrid.
Esta cocina sabrosa, sencilla e informal tiene como marco un pequeñito local de esquina, gracioso, decorado con libros y tonos verde hoja con mesitas de madera y tipografías antiguas. Música de fondo de jazz, blues o soul amenizan la parte sonora. ¡Un decorado que nos retrotrae a algunas películas newyorkinas de Woody Allen!
En cuanto a las bebidas, la oferta va desde infusiones, smoothies naturales, limonada casera, kombucha, variados cócteles y dos espectaculares zumos que se elaboran al instante delante del comensal (de naranja y zanahoria y, de manzana con limón y gengibre).
No podemos olvidar en la carta de Katz, el magnífico Brunch (disponible los fines de semana y festivos), que incluye huevos de corral y bacon crujiente, pastrami ahumado, queso crema sazonado con zaatar (mezcla de especias típica de Oriente Medio), hogaza de pan recién horneada, smoothie natural, borekas, croissant francés, fruta de temporada, café o infusión (17,80 euros).
© KATZ MADRID 2024
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